Comienzo este escrito con un título bastante emotivo, este el mismo título de la obra de arte realizada por Pablo Picasso, si bien se logra apreciar varias cosas importantes y lo que más llama mi atención es la forma en como Picasso resalta con claridad una relación afectiva entre dos personas, uno de ellos se ve afligido, abatido y mísero.. Justo detrás de él, en tonos más cálidos, otra persona queriendo decir; aquí estoy yo, cubriendo tu espalda, acompañándote en tu dolor. Las ideas de que hoy en día estamos tan repletos de información y de tantas ocupaciones se hacen cada vez más reales, empezamos a pensar solo en nosotros; dejamos a un lado el sentimiento de responsabilidad hacia los demás por ocuparnos de nuestros propios intereses, nos invade el egoísmo. Literalmente estamos en un mundo donde lo que importa es mi éxito y la desgracia de los demás no es de mi incumbencia, pues la verdad creo que no hay cosa más triste que ser tan pequeño en la vida para pensar así. Desde mi punto de vista, si vemos a alguien con dolor, sufriendo y en su peor momento, nuestro deber, es hacerla brillar y poder demostrarle que al final del tunel hay una luz .
La confianza es un pilar fundamental en cualquier relación, y sobretodo la comunicación, poniendo como ejemplo una amistad; ser leal, sincero y valorar lo que el otro tiene para darte, es vital. Si no tenemos amor, responsabilidad por nosotros, no esperemos que podamos dar lo mismo en una relación. Sin estos pilares fundamentales, no queda más que un alma hecha pedazos, por alguien que entrego todo de si, su amor, lealtad, respeto, responsabilidad y sobretodo la confianza en alguien, no esperen unas disculpas a cambio
Como conclusión a este pequeño escrito, solo quiero que aquel que logre encontrar a alguien que le sea igual de leal, cariñoso y respetuoso, que ponga su relación delante de cualquier cosa, se merece el cielo, y esas personas son las que no se deben dejar ir, porque cuando quieras regresar, ya no estarán para ti. Valórense, ámense, disfruten de la vida y sobretodo, elijan bien a quién les van a confiar su corazón.
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